La expedición, a bordo del buque R/V Falkor (too) del Schmidt Ocean Institute, se extendió por 21 días, se transmitió en vivo y en directo por Youtube y Twitch y alcanzó casi 18 millones de visualizaciones.
Presenciada por grandes y chicos, marcó un hito científico y tecnológico que permitió descubrir 40 nuevas especies marinas y una diversidad inesperada en corales de aguas frías en el cañón submarino Mar del Plata a una profundidad de 3.900 metros.
Durante tres semanas y a través de una transmisión en vivo sin precedentes, millones de personas de todas las edades siguieron en tiempo real una histórica misión científica liderada por científicos del CONICET en el marco de la expedición “Underwater Oases of Mar Del Plata Canyon: Talud Continental IV”, una campaña realizada en colaboración con la fundación Schmidt Ocean Institute.
La travesía se realizó a bordo del buque R/V Falkor (too), provisto con equipamiento oceanográfico de última generación, y exploró el océano profundo en el cañón submarino Mar del Plata, una región de alta biodiversidad y poco explorada del Atlántico sur situada a 300 kilómetros de la costa de la ciudad de Mar del Plata, cuyo punto más profundo supera los 3500 metros.
La misión que comenzó el 23 de julio, culminó el 11 de agosto de 2025 y contó con apoyo del CONICET y financiamiento internacional, representó un salto tecnológico y científico sin precedentes: por un lado, se inauguró el uso en aguas argentinas del Atlántico Sudoccidental del vehículo operado remotamente (ROV) SuBastian, capaz de capturar imágenes submarinas en ultra alta definición y recolectar muestras del océano profundo sin alterar el entorno.
Por otro lado, fue la primera vez que una campaña científica argentina se transmitió en vivo. Su emisión, a través del canal de YouTube del Schmidt Ocean Institute, fue un verdadero hito: las imágenes captadas desde profundidades de hasta 3.900 metros fueron seguidas por casi cuatro millones de personas que sintonizaron desde sus casas, bares, gimnasios, escuelas y otros lugares la retransmisión en directo y fueron testigos de las maravillas halladas en las profundidades marinas junto con los científicos, incluyendo calamares brillantes, langostas rosas y estrellas de mar y el descubrimiento de cuarenta nuevas especies.
Todas las inmersiones del vehículo operado remotamente (ROV) SuBastian se retransmitieron en directo a través de YouTube y Twitch, lo que permitió a cualquier persona con conexión a Internet unirse a los científicos mientras exploraban las profundidades marinas en tiempo real.
La transmisión batió todos los récords de participación del Schmidt Ocean Institute: mientras que la mayoría de las inmersiones de otras campañas tienen una media de alrededor de cuatro mil visualizaciones; esta expedición tuvo una media de quinientas mil visualizaciones por inmersión, con un total de casi dieciocho millones de visualizaciones en tres semanas.
“Esta expedición ha sido una experiencia única en la vida, y me siento honrado de compartirla con colegas con los que he trabajado durante una década”, afirmó Daniel Lauretta, científico del CONICET y del Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia (MACN, CONICET) y jefe de la expedición.
“La calidad de las imágenes captadas por el ROV SuBastian ha sido excepcional y nos ayudó a comprender mejor la complejidad de este hábitat y la extraordinaria biodiversidad que alberga”, indicó Lauretta.
El equipo que lideró esta expedición lleva más de una década estudiando la zona: la campaña dio continuidad a las expediciones Talud Continental I, II y III, realizadas a bordo del Buque Oceanográfico Puerto Deseado del CONICET, que permitieron describir decenas de nuevas especies y revelaron una diversidad inesperada en corales de aguas frías, moluscos, equinodermos, ascidias, crustáceos, peces de profundidad y sus parásitos. En aquellas oportunidades las muestras se recogían con redes y rastras. Esta fue la primera vez que vieron el fondo marino en directo.
Conociendo un territorio inexplorado
En esta oportunidad, el equipo científico documentó una rica biodiversidad, incluyendo arrecifes de coral a una profundidad de 1014 metros (más de media milla), compuestos por Bathelia candida, una especie de coral pétreo que forma hábitats. A 1500 metros de profundidad (casi una milla), encontraron un extenso campo de Anthomastus sp. rojo, un coral blando de aguas profundas.
En total, los científicos sospechan que descubrieron más de cuarenta nuevas especies, entre las que se incluyen anémonas de mar, pepinos de mar, erizos de mar, caracoles, corales y crinoideos, entre otros. Confirmar las nuevas especies llevará tiempo, ya que los científicos tendrán que compararlas con animales conocidos.
Las muestras recogidas durante la expedición submarina fueron transportadas al MACN-CONICET, donde serán estudiadas. “Ahora viene una etapa de trabajo de laboratorio y de computadora. En el caso de la taxonomía, por ejemplo, estamos reconociendo las especies nuevas y describiendo lo que vimos, revisando géneros, familias, literatura para hacer comparaciones, y esa etapa nos puede tomar meses o años”, explicó Lauretta.
“En cuanto a los primeros resultados de microplásticos y carbono azul, van a llevar al menos seis meses. Y lo que estimamos va a tomar más tiempo será analizar las doscientas horas de filmación que trajimos registradas”, sostuvo el científico del científico MACN-CONICET.
Para Lauretta, “cerca de la mitad del país está sumergido bajo las aguas del Océano Atlántico y esos fondos están llenos de recursos que aún desconocemos. Campañas como la que acabamos de terminar son fundamentales, porque esas zonas no son posibles de visualizar desde el aire con imágenes satelitales o drones. Sí o sí requerimos el uso de barcos e instrumentos como el ROV, que nos permitió ver la fauna viva in situ y su distribución. El océano profundo es un lugar inmenso”.
"Tenemos un plan a futuro para seguir estudiando los cañones, que son muy buenos lugares para evaluar la biodiversidad en general. Cuanto más sepamos sobre ellos, vamos a poder tener un conocimiento global de la fauna en aguas profundas para tomar decisiones sobre las actividades humanas que se puedan realizar en esas zonas a futuro. Y lo más probable, también, es que cuanto más investiguemos más especies nuevas vamos a hallar”, adelantó el científico.
Por su parte, Martín Brogger, miembro del equipo de la expedición científica e investigador del CONICET en el Instituto de Biología de Organismos Marinos (IBIOMAR, CONICET), con base en el CENPAT de Puerto Madryn, destacó lo “increíble” que fue, durante la campaña, “ver cómo personas de todas las edades se han conectado con las profundidades marinas. Recibimos cientos de mensajes de familias, profesores y niños que se sintieron inspirados, sorprendidos e incluso emocionados al ver las retransmisiones en directo. Algunos jóvenes estudiantes nos dijeron que ahora sueñan con convertirse en biólogos marinos, un impacto que va más allá de la ciencia al crear un sentido compartido de asombro y curiosidad que realmente puede durar toda la vida”.
Además, Brogger expresó que “cada nueva campaña nos muestra lo mucho que falta por aprender y refuerza la necesidad de continuar con estos estudios. Caracterizar estos hábitats es un paso esencial para valorar y proteger la biodiversidad marina de nuestro país y, al mismo tiempo, para formar nuevas generaciones de científicos que continúen este camino”.
Mariano Martinez, investigador del CONICET en el MACN-CONICET que integró el equipo de la expedición científica, señaló: “Fue una experiencia única, las campañas son siempre un momento de amor puro, la pasión por la naturaleza y la investigación. Compartir eso con la gente y que se apasionen como nosotros nos dio una felicidad muy grande, y nos despertó muchas ganas de seguir compartiendo eso que hacemos”, afirmó.
Y agregó: “En Argentina, el estudio del mar profundo resultó siempre un desafío, tanto por lo costoso de la tecnología que se necesita para estudiarlo, como por la distancia que tenemos en nuestro mar profundo con la costa. La oportunidad de tener todo eso al alcance y compartirlo, gracias al convenio entre CONICET y el Smith Ocean Institute, fue increíble. Nos permitió dar a conocer la riqueza y hermosura de la fauna que tiene nuestro país, en un lugar tan particular e inexplorado”.
Por su parte, Wendy Schmidt, cofundadora y presidenta del Schmidt Ocean Institute, afirmó: “Las profundidades marinas y su impresionante vida, desde los brillantes corales hasta los fascinantes pulpos, cautivaron a toda una nación gracias a un equipo de científicos apasionados y a los millones de personas que siguieron su trabajo a través de la retransmisión en directo. Argentina está mostrando al mundo el poder de la exploración de las profundidades marinas, no solo para despertar el asombro, sino también para recordarnos cuánto queda por descubrir y proteger en nuestro planeta”.
El equipo multidisciplinario que participó se conformó por más de treinta científicos de instituciones argentinas, en su mayoría del CONICET, incluyendo el Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” (MACN, CONICET) el Instituto de Biología de Organismos Marinos (IBIOMAR, CONICET), el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (IIMyC, CONICET- UNMDP), el Instituto de Biodiversidad y Biología Experimental y Aplicada (IBBEA, UBA-CONICET), el Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC, CONICET) y el Instituto de Diversidad y Ecología Animal (IDEA, CONICET-UNC). También forman parte investigadores de las Universidades Nacionales de Buenos Aires, Córdoba, La Plata y Mar del Plata.
Cabe destacar que el Instituto Oceanográfico Schmidt fue fundado en Estados Unidos en 2009 por Eric y Wendy Schmidt para impulsar los descubrimientos necesarios para comprender el océano, sustentar la vida y garantizar la salud de nuestro planeta mediante la investigación científica de impacto y la observación inteligente, los avances tecnológicos, el intercambio abierto de información y la participación pública, todo ello al más alto nivel de excelencia internacional.
LA CAMPAÑA EN DATOS
Datos científicos clave
- Nombre de la campaña: Underwater Oases of Mar Del Plata Canyon: Talud Continental IV
- Región estudiada: Cañón submarino Mar del Plata, Atlántico sur
- Profundidad máxima explorada: Hasta 3.900 metros
Objetivos científicos:
- Estudiar biodiversidad bentónica (invertebrados y peces)
- Estudiar reproducción, biogeografía y dinámica de sedimentos
- Generar modelos 3D de especies
- Producir datos abiertos y material educativo gratuitos para escuelas, museos y clubes de ciencia.
Tecnología utilizada
- Buque de investigación: R/V Falkor (too) del Schmidt Ocean Institute
Vehículo submarino: ROV SuBastian, con capacidad para:
- Captar imágenes en ultra alta definición
- Recolectar muestras sin alterar el entorno
- Transmitir en vivo desde casi 4.000 m de profundidad
- Doscientas horas de filmación registradas.
- Transmisión en directo de la expedición “Underwater Oases of Mar Del Plata Canyon: Talud Continental IV”
-500 mil visualizaciones por inmersión
-17,5 millones de visualizaciones en tres semanas.
-Aproximadamente 3/4 partes de la audiencia eran argentinos.
Fuente y fotos: Prensa CONICET
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