El ejemplar juvenil de Dos Pelos Sudamericano fue rescatado en San Clemente tras sufrir una grave herida por una tanza de pesca abandonada. Luego de un mes de rehabilitación en la Fundación Mundo Marino, logró regresar a su hábitat.
El miércoles 22 de enero, un lobo marino macho juvenil de la especie de Dos Pelos Sudamericano (Arctocephalus australis) volvió al océano tras un proceso de rehabilitación llevado a cabo por la Fundación Mundo Marino. El animal había sido rescatado en San Clemente gracias al aviso de una turista, Daniela Mamousse, quien notó que tenía una tanza de pesca enredada en su cuello, provocándole una profunda herida.
“Cuando nos acercamos, vimos que se trataba de un lobito con una tanza alrededor del cuello que le había causado una herida grave, pero aun así se veía animado. Inmediatamente busqué el número del centro de rescate y los llamé”, relató Mamousse.
La turista y su familia esperaron en la playa hasta que el equipo de Mundo Marino acudió al lugar. “Me sorprendió la rapidez con la que llegaron y la forma en que actuaron para asistirlo y trasladarlo en la camioneta”, agregó.
Un tratamiento intensivo
El lobo marino fue ingresado al centro de rescate el 21 de diciembre de 2024. Allí, el equipo veterinario inició un tratamiento para salvarlo. “La herida era profunda, cortaba fragmentos de músculo y rodeaba todo el cuello, extendiéndose hasta el hombro derecho. Para tratarlo, le administramos antibióticos sistémicos, analgésicos y realizamos varias limpiezas con cremas antibióticas locales”, explicó Juana Caferri, médica veterinaria de la Fundación Mundo Marino.
Gracias al tratamiento intensivo, que incluyó controles regulares y un plan nutricional para estabilizar al animal, el lobo marino mostró mejoras significativas. Un segundo análisis de sangre confirmó que su estado de salud seguía siendo bueno, y el proceso de cicatrización concluyó con éxito. Tras evaluar su comportamiento y alimentación, el equipo veterinario decidió darle el alta y devolverlo al mar.
Un llamado a la conciencia
“Visibilizar casos como este es fundamental para que tomemos conciencia del impacto de nuestras acciones en la fauna marina. Algo tan simple como desechar correctamente una tanza puede evitar daños graves. Asumir este compromiso es clave para cuidar nuestro medio ambiente”, destacó Andrea Cabrera, presidenta de la Fundación Mundo Marino.
Sobre el lobo de Dos Pelos Sudamericano
El Arctocephalus australis, comúnmente conocido como lobo de Dos Pelos Sudamericano, es una especie que habita desde Uruguay hasta Perú, con grandes colonias en islas uruguayas como Isla de Lobos y Torres. Su nombre proviene de sus dos capas de pelo: una interna impermeable que mantiene la piel seca y otra externa que le da su color característico.
Este animal se alimenta de langostinos, camarones, calamares y peces, y los machos pueden alcanzar los dos metros de longitud y un peso de hasta 150 kilogramos.
Un ejemplo de esperanza
El rescate y rehabilitación de este lobo marino no solo marca una historia de éxito, sino también una oportunidad para reflexionar sobre el daño que los residuos humanos pueden causar a los ecosistemas marinos. Casos como este subrayan la importancia de un compromiso colectivo para proteger nuestras costas y su biodiversidad.
Fuente y fotos: Prensa Fundación Mundo Marino
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